Su Santidad el Sakya Trichen (el 41º Sakya Trizin) dio esta charla pública a petición de una comunidad local en la ciudad de Nueva York en abril de 2014.
La atención plena es ampliamente conocida y practicada por muchos, incluso por quienes no pertenecen a la tradición budista. Sin embargo, la atención plena comúnmente utilizada fuera del Dharma no es la misma que la que enseñó Buda como parte del noble óctuple sendero. En su primer sermón, Buda presentó estos ocho factores como la hoja de ruta hacia la liberación.
Desafortunadamente, muchos, incluyendo a nuestros hermanos budistas, se han desviado por un malentendido diferente: creen erróneamente que el Dharma y su práctica son puramente religiosas o ajenas a la vida cotidiana. Algunos han olvidado que, por muy esotérica que parezca una práctica, el Dharma es, en última instancia, práctico y puede aplicarse en medio del ajetreo de la vida diaria, incluso al cuidar de la familia. La práctica del Dharma no se limita a la tranquilidad de un cojín o a retiros en cuevas.
En esta enseñanza, Su Santidad nos recordó qué constituye el auténtico camino del Dharma y cómo la atención plena, el pensamiento correcto y la memorización están fundamentalmente conectados con él. También enfatizó que estos llamados "cimientos comunes" son esenciales para quien verdaderamente desee progresar en el camino.
Fuente::Agradecemos a un donante anónimo por compartir una grabación de esta enseñanza.
¿Es la enseñanza del Buda simplemente una forma de escapismo, desconectada de la vida real? En absoluto. El Dharma, de hecho, es una forma de vida arraigada y compasiva, que comienza con las palabras que decimos, los pensamientos que albergamos y las acciones que elegimos.
En el camino que enseñó Buda, la atención plena correcta y el pensamiento correcto no son solo ideales: son la base y la clave de la transformación. Pero ¿qué significan realmente estos factores en la vida cotidiana? ¿Y cómo los vivimos, no solo los estudiamos?
En esta charla, Su Santidad nos devuelve al corazón del mensaje del Buda: la verdadera práctica no se trata de rituales vacíos, se trata de vivir cada momento con conciencia y una mente orientada hacia la bondad.
¿Aún recuerdas lo que te trajo a este camino?