Jetsün Dragpa Gyaltsen (en tibetano: རྗེ་བཙུན་གྲགས་པ་རྒྱལ་མཚན), el tercero de los cinco Patriarcas Sakya, nació en el año de la Coneja de Fuego (1147) en Sakya, Tíbet. Su padre fue Sachen Kunga Nyingpo, el primer patriarca Sakya. El nombre de su madre era Machig Odron. Su hermano mayor era Loppon Sönam Tsemo, quien fue el segundo patriarca Sakya.

Cuando Jetsün Dragpa Gyaltsen entró en el útero, su madre tuvo un sueño muy especial en el que un rey nāga se acercaba a ella y le pedía alojamiento. Muchos augurios auspiciosos acompañaron su nacimiento. Cuando era niño, incluso cuando apenas podía hablar, le encantaba permanecer en lugares aislados y estudiar. No estaba apegado a preocupaciones mundanas como la comida y la ropa. Aunque todavía era joven, estaba completamente más allá de las cosas infantiles.

Jetsün Dragpa Gyaltsen recibió los votos Upāsaka[1] cuando tenía ocho años de edad de su maestro Dawa Gyaltsen, y desde entonces mantuvo el voto con gran cuidado; incluso mantuvo el voto más puro que un bhikṣu típico. La mayoría de sus discípulos más cercanos eran monjes y fomentaba la estricta observancia de sus votos monásticos. Se registró que sirvió té personalmente a todos los monjes Sakya durante la ceremonia bimestral para purificar los votos monásticos. Esto indica su reverencia por las túnicas monásticas. También se abstuvo de comer carne y alcohol, excepto durante ocasiones rituales especiales.

Su padre, Sachen Kunga Nyingpo, fue su primer maestro. Recibió instrucciones intensivas, incluidos los Veinte versos de Chandragomin sobre los votos del Bodhisattva, la sadhana de Hevajra y otras enseñanzas, esto en el periodo desde los ocho a los doce años. Comenzó a enseñarlos a la edad de once años. A los doce años, después de la muerte de su padre, Dragpa Gyaltsen enseñó el tantra raíz de Hevajra a toda la asamblea de Sakya. Su hermano Sönam Tsemo también fue uno de sus primeros maestros importantes.

Cuando tenía sólo trece años, su hermano mayor, Sönam Tsemo, dejó Sakya para continuar su educación filosófica en un monasterio en Ü-Tsang. Dragpa Gyaltsen quedó a cargo de las responsabilidades como jefe efectivo del monasterio, aunque no asumió formalmente el trono hasta los veintiséis años. Desde entonces y hasta los 70 años, Jetsun Dragpa Gyaltsen fue responsable de las enseñanzas Vajrayāna en el Monasterio Sakya. Sin embargo, su gurú le había prohibido enseñar Lam Dre durante nueve años más para poder tener más tiempo para recibir la instrucción él mismo. En realidad, pasaron trece años antes de que diera Lam Dre. Durante ese período, recibió muchas enseñanzas de varios maestros y también continuó impartiendo otras enseñanzas.

Jetsün Dragpa Gyaltsen se dedicaba constantemente a la meditación, la lectura de textos o la difusión del Dharma. También mantuvo setenta prácticas tántricas todos los días sin interrupción. Además, dedicó toda su vida a la enseñanza y sus explicaciones eran fáciles de entender para los discípulos. Explicaba de forma sencilla y clara incluso los temas más difíciles.

Jetsün Dragpa Gyaltsen fue un escritor muy prolífico y escribió muchas obras originales. Sus obras incluyen la Súplica a los Lamas del Linaje Lam Dre; un comentario sobre el Tantra Raíz de Hevajra; la Sagrada biografía de Sachen Kunga Nyingpo; los Versos de la Sagrada Biografía de Sönam Tsemo; la Sādhana de Hevajra de seis miembros; Comentario sobre los 50 tipos de devoción al Guru; Explicación de las caídas de la raíz Vajrayāna; Breves prácticas de Vajrayoginī; Texto y comentario del ritual vairocana; Texto para recitar el Mañjuśrī-Nāma-Saṃgīti; Breve explicación y notas sobre cómo recibir las veintiún taras y el texto ritual de la tara verde de los cuatro mandalas, etc. Además, Jetsün Dragpa Gyaltsen también era experto en dibujos sagrados, como varios chakras de protección, maṇḍalas y otros.

En la biografía de Jetsün Dragpa Gyaltsen se menciona que contó muchos sueños importantes que tuvo sobre sus vidas anteriores y su futura reencarnación. También se registró que Jetsün Dragpa Gyaltsen predijo correctamente que su sobrino Sakya Paṇḍita[2], el cuarto Patriarca de Sakya jugaría un papel importante en las relaciones tibetano-mongoles. Muchas historias sorprendentes describen el poder espiritual de Jetsün Dragpa Gyaltsen. Uno de ellos que involucra a Jetsün Dragpa Gyaltsen y el Kashmiri Paṇḍita Shakyashri Bhadra, que describe la capacidad de Jetsün Dragpa Gyaltsen para suspender sus instrumentos rituales en el aire.

Una vez, cuando Jetsün Dragpa Gyaltsen estaba haciendo un retiro en Zimchel Karpo, Shakyashri Bhadra solicitó tener una audiencia con Dragpa Gyaltsen. Sakya Paṇḍita, el sobrino de Dragpa Gyaltsen, llevó al visitante a la cabaña de retiro de su tío. Cuando los dos aparecieron en la puerta, Dragpa Gyalsen acababa de completar la etapa de creación de Guhyasamāja y estaba a punto de rendir homenaje y ofrecer ofrendas a la deidad. Al ver a su invitado en la puerta, Dragpa Gyaltsen instantáneamente quiso levantarse de su asiento para rendir homenaje a Shakyashri Bhadra, rápidamente colocó su vajra y su campana en el aire, y estos objetos permanecieron suspendidos sin caer. 

Shakyashri Bhadra inmediatamente felicitó a Dragpa Gyaltsen: "Esto indica que tienes logros notables". Sin embargo, Dragpa Gyaltsen respondió humildemente: “No era mi intención presentarme ante un experto” y rápidamente rindió homenaje a Shakyashri Bhadra. 

El visitante también rindió homenaje a Dragpa Gyaltsen. El séquito de Shakyashri Bhadra, un grupo de jóvenes paṇḍitas, vio esta escena y se sintieron extremadamente infelices. Anteriormente, le pidieron a su maestro que no le rindiera homenaje a Dragpa Gyaltsen, porque Dragpa Gyaltsen era simplemente un Upāsaka, mientras que su maestro mantenía el voto de bhikṣu puro. 

Estos jóvenes paṇḍitas preguntaron a Shakyashri Bhadra la razón por la que no cumplió su promesa, Shakyashri Bhadra les dijo: “Aunque teníamos un acuerdo, Dragpa Gyaltsen es el verdadero Vajradhara. En realidad, ¡Estaba habitando en el maṇḍala de Guhyasamāja cuando lo visitamos!”

Cuando Dragpa Gyaltsen tenía 68 años, muchos seres celestiales vinieron a invitarlo a los reinos puros, pero él ignoró y rechazó su invitación. Al año siguiente, muchas deidades aparecieron para hablarle sobre el mérito de los reinos de los Budas, especialmente sobre el reino del Buda Amitābha o Sukhāvatī, y lo invitaron ir a este sitio. Él respondió: “Para mí, los reinos puros no son particularmente placenteros, mientras que los reinos impuros tampoco son particularmente desagradables. Sin embargo, para purificar el ambiente externo y este reino, es más conveniente vivir en un reino impuro. Como todavía hay innumerables seres sintientes que me necesitan aquí, no iré a un reino puro en este momento”.

A la edad de 70 años, las deidades aparecieron diciendo: "Esta vez, realmente debes venir al reino puro". Al oír esto, en su visión pura, también percibió la escena del reino puro de Sukhāvatī. Al mismo tiempo, aparecieron muchos signos auspiciosos, como temblores de tierra, música celestial y el cielo se llenó de brillantes rayos de luz. Otros, incluido Sakya Paṇḍita, también percibieron que las deidades habían venido a invitar a Jetsün Dragpa Gyaltsen a los reinos puros.

A la mañana siguiente, mientras Dragpa Gyaltsen se sentaba en posición de meditación y recitaba oraciones de súplica, meditó brevemente. En su percepción pura, percibió todo el espacio lleno de innumerables deidades que habían preparado un trono precioso lleno de joyas preciosas e infinitas ofrendas dispuestas en el espacio, invitándolo a partir hacia los reinos puros. Esta vez, Dragpa Gyaltsen permaneció en silencio y no respondió, por lo que las deidades vieron que estaba dispuesto a partir hacia Sukhāvatī.

Señalaron al cielo y dijeron: "¡He aquí el diseño de Sukhavati!" 

Dragpa Gyaltsen vio el suelo enteramente hecho de lapislázuli, con árboles enjoyados y otros innumerables adornos. Cuando completó su meditación, describió que pudo ver muchos signos auspiciosos, aunque había olvidado los detalles.

Anteriormente, Dragpa Gyaltsen había profetizado que partiría hacia el reino de la Luz Dorada. Sin embargo, ¿por qué fue invitado ahora a dirigirse al reino puro de Sukhāvatī? Esto se debe a que hizo la aspiración: “Que pueda renacer en presencia de Sachen Kunga Nyinpo y Loppon Sönam Tsemo”.

Así que, gracias al poder de esa aspiración, durante un breve período renació en Sukhāvatī.

Luego, precedido por la oración séptuple, meditó en el maṇḍala de las deidades, tras lo cual le dijo a Sakya Paṇḍita: “Primero partiré hacia Sukhāvatī, el reino puro de Amitābha. Allí, después de un rato, partiré hacia el reino puro de la Luz Dorada, donde en la forma de un emperador universal, purificaré mi reino de Buda. Después de eso, sobre la base de mi tercer cuerpo, aspiro a alcanzar el excelente logro de Mahāmudrā”. Dicho esto, se concentró en un solo punto en la práctica profunda del Mantrayāna.

En el año del Ratón de Fuego Masculino (1216), el duodécimo día del segundo mes lunar, partió hacia Sukavati. A pesar de la gran riqueza que pasó por sus manos como poseedor del trono Sakya, sus biógrafos afirman que no acumuló riqueza material y cuando falleció sólo poseía su túnica y su cojín de meditación.

[1]: Upāsaka es referido como un practicante laico, o “perseguidor de la virtud”, que se ha refugiado y practica el Dharma en casa. Estrictamente hablando, Upāsaka es un budista masculino que ha generado la Bodhicitta (se pueden encontrar detalles sobre Upāsaka en “El Sutra de los preceptos de un Upāsaka”).

[2]: Paṇḍita (sánscrito), significa erudito.